17 febrero 2009

La mano torpe. Cuatro condiciones.




Forzar la percepción.
Obligarse a usar esas partes prescritas de la comunicación, resucitándolas como
un “último recurso” en el acceso al otro y al mundo. Poner un rato la mano
diestra en la espalda para dejar hacer a la mano torpe. Reemplazar las maduras destrezas por fructíferas torpezas.



4 comentarios:

Anónimo dijo...

me pierdo en esta entrada: las cuatro condiciones?
Y parece que vas a hablar primero de hábitos comunicativos: Sería interesante por ejemplo obligarse a comunicarte con otros sólo con preguntas -durante un rato, claro-. Sólo con la mirada sería más arriesgado.
Acto seguido hablas de los hábitos manuales.
Esto sa podría aplicar a todo: hábitos de lectura, cine, rutas que elegimos para ir al trabajo o a casa, deportes.

guadalupe aguiar dijo...

Sí... me quedó medio extraña, ahora que lo decís. Estaba pensando cuando la escribí en la posibilidades que hay de buscar un tipo de contacto diferente, más "táctil" (metafóricamente táctil por supuesto) que visual, a través de la web... Te agrego lo que había antes de ese párrafo y que no sé por qué no puse:

Dicen que los ciegos desarrollan sus otras capacidades perceptuales de maneras sorprendentes para equilibrar la falta de visión. La limitación de información básica, primaria en el contacto con un otro, como es el rostro, el nombre de pila, el tono de voz, pretende también generar la afinación del resto de los “sentidos”, la explotación al máximo de las más pequeñas migajas de información. Un acceso al desconocido desde otros parámetros, que estimule zonas perceptuales que quizá el medio comunicacional de la red ofrece, pero que no acostumbramos utilizar (o al menos no conscientemente).
La ponderación de lo táctil por sobre lo visual de Deleuze y Guattari, aquí se llena de contradicciones y, quizá por eso mismo, se fortalece: “Tacto: Sentido corporal con el que se perciben sensaciones de contacto, presión y temperatura”. ¿qué posibilidades táctiles nos brinda la Web, hoy por hoy, en el “contacto” con el otro? ¿qué grados de contacto son posibles?

Anónimo dijo...

muy interesante, la verdad.
Supongo que está cambiando nuestra forma de llegar al otro debido a que tanto lo visual como lo táctil han cambiado.
No quiero sonar pomposo ni grandilocuente pero nuestra generación está experimentando, estamos emplazados a ser vehículo de un tránsito debido a que somos los primeros en manejar estas máquinas que desconocen de distancias.
nuestras fronteras son otras, somos pioneros en otro sentido. Para transitar estos nuevos caminos no tenemos que pasar hambre y correr peligros pero seguramente si saber... no se como continuar... jajaja, la verdad. Lo de la generación de nuevas subjetividades, disciplinas y todo eso que tan bien expresan las beatrices preciado y tantas otras.
Un saludo.

guadalupe aguiar dijo...

No conocía a Beatriz Preciado! Gracias por mencionarla.
Acabo de desayunar viendo cómo unta a Jodorowski con testosterona en una entrevista, jajaja muy buena.