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24 febrero 2011

La esfera de la muerte. Estrategia de seguimiento y fronteras cronográficas.*

Guadalupe Aguiar Masuelli.
*Artículo publicado en Hipermedula.org.http://hipermedula.org


“Desde el momento en que la sociedad se ve arrastrada hacia la implementación de una velocidad industrial, se pasa, de manera muy insensible, de la geopolítica a la cronopolítica.”Paul Virilio.



El globo de la muerte.

Cuando tenía unos quince años, fui con mi hermanita menor a ver la función del circo de turno que se había instalado ese verano en mi ciudad. Un circo igual que todos los que pasaban cíclicamente nomadeando los pueblos argentinos, gritando por los megáfonos de sus camionetas las atracciones únicas y las pruebas arriesgadas que tendremos oportunidad de ver, repartiendo papelitos con promociones dos por uno y apelando al aburrimiento veraniego del niño o al aguinaldo recién cobrado de los padres.

La atracción principal del circo, la gran incógnita, la apuesta innovadora e irresistible, era “El globo de la Muerte”: esa estructura metálica en forma de gran bola dentro de la cual giraban, a una velocidad increíble y con un ruido ensordecedor, siete motocicletas. En un espacio de no más de diez metros de diámetro, los siete motociclistas realizaban... (Seguir leyendo desde Hipermédula)

13 octubre 2009

Disculpe, ¿dónde dejo estas flores?

por: Guadalupe Aguiar

Desde hace algún tiempo, un tufillo fúnebre habita los espacios de la red. De repente estamos rodeados de ruinas digitales, navegamos entre restos flotantes de naves hundidas, de objetos olvidados, pero también de personas muertas mantenidas en la superficie por el respirador artificial de su red social. ¿Haremos una desaparición de cadáveres alguna vez, para preservar esa lozanía de la que tanto se enorgullecía la barriada? ¿Destinaremos una parcela de nuestro mundo digital para velar a los muertos? En esta urbanización, ¿cuál es el espacio de la muerte?

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05 septiembre 2009

Estudia Videojuegos.

por: Guadalupe Aguiar

para: La Comunidad Inconfesable

Anoche, pedaleando por el barrio, me crucé con un cartel: “ESTUDIA VIDEOJUEGOS”. Ya en casa, leo a Sherry Turkle: “Los juegos de simulación no son objetos para pensar sobre el mundo real sino para provocar nuestra reflexión sobre cómo el mundo real se ha convertido a sí mismo en un juego de simulación.” Nuevamente resuena Nietzsche en mi cabeza: “Creemos saber algo de las cosas mismas cuando hablamos de árboles, colores, nieve y flores y no poseemos, sin embargo, más que metáforas de las cosas”.
Be a Master of your Universe, especialízate en Mundo Real, “estudia videojuegos”.

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01 agosto 2009

Monólogo suicida

por: Guadalupe Aguiar

para La Comunidad Inconfesable.

No soporto más. Me atrae y me da vértigo la idea. Dicen que el vacío te chupa, que quiere llenarse con tu ausencia. No soporto más, en qué me he convertido. A veces extraño ese silencio lejano en el que me sumergía plácidamente. Ahora estoy rodeada de ruido, puedo gritar a cualquier hora y nadie va a inmutarse por ello. No sé cómo dejarlo. No puedo más.
http://suicide.moddr.net/index.php
Me tiemblan las manos.
Acaricio el botón negro como quien mira un abismo y no se atreve a saltar. No soy una verdadera suicida, sólo quiero llamar la atención.

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05 julio 2009

Tranquilos, el Homo antecessor cede sus derechos.



Haciendo el "webing" diario antes de empezar a trabajar, me puse a leer este breve artículo que habla sobre la no originalidad de las ideas. Hace referencia a uno un poco más extenso: “El mito de los creadores originales”. Allí encontramos citados algunos blogposts del profesor de derecho Peter Friedman, que analiza a un músico de blues y su “no-originalidad”. Friedman cita a una investigación desarrollada por el Departamento de Autoría Colaborativa, fundado sobre la base teórica de Marta Woodmansee. También cita, entre otras cosas, el trabajo de su colega Olufunmilayo B. Arewa, donde se rastrea el origen del blues, encontrando en él, obviamente, raíces africanas y europeas. En esta pequeña cadena de links se va ampliando, profundizando y enriqueciendo el tema casi exponencialmente.

Es increíble que aún haya que detenerse a justificar cuestiones sobre derechos de autor y trabajos derivados, cuando un investigador sabe que el 80% de su producción teórica (por decir poco) es un remix de construcciones teóricas anteriores, y que ese 20% (por exagerar) es sólo fruto de un buen batido. No se niega que remezclar requiere de una gran destreza, pero ese no es el punto aquí.

Es increíble, insisto, que aún tengamos que detenernos a pensar en esto, cuando cada día se nos hace más evidente: en el uso cotidiano de internet, por dar sólo un ejemplo, nos queda a un click de distancia toda una cadena, o una red, o un árbol, o una espiral, de relaciones indispensables para tener a mano nuestro primer recurso.

Es cuestión de seguir la pista para terminar, inevitablemente, en los orígenes de la humanidad. Toda historia es capaz de acabar en el comienzo.

.

02 junio 2009

(No)lugar como verbo

por Guadalupe Aguiar Masuelli

en La Comunidad Inconfesable, Nº 3.

“Podemos entender el lugar como el producto de productores culturales, mientras que los no lugares los crean los usuarios. En otras palabras, el no lugar es una trayectoria individual por un lugar…” (Lev Manovich, El lenguaje de los nuevos medios de comunicación, p. 351). Según este análisis, los programas de chat, los blogs, etc., ¿son no lugares institucionalizados? y el videoblog, con su dinámica de diálogo audiovisual a partir del cual se puede -aunque sea mínimamente- contextualizar al autor ¿sería un intento de “lugarización” de este “no lugar”?
Con cada paso borras lugares y haces lugares.

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Publicado en La araña. Junio 2009

25 mayo 2009

La disertación como obra.

Disertación de artista. Walid Raad en La Universidad Politécnica de Valencia*1 .

por Guadalupe Aguiar

(publicado en Nonsite)



La copa de agua, la disposición de las sillas, el momento de la presentación, los agradecimientos, las preguntas del público, los silencios incómodos previos, los clichés del orador, las fallas técnicas de audio o imagen, todo ello hace que a nadie le quepan dudas: estamos asistiendo a una disertación. Y Walid Raad*2 se encarga de remarcárnoslo. Asistir a una disertación de Raad es ser parte de una de sus obras.

Nos cuenta que, desde hace algunos años, debe enfrentarse periódicamente a dos evidencias. La primera: que le piden más a menudo hacer disertaciones sobre su obra que participar en exposiciones. La segunda: que la cantidad de documentación que posee sobre su producción es significativamente mayor que el volumen de la obra en sí. Esto, lo sabemos, le ocurre a un gran número de artistas contemporáneos. El discurso oral y el registro documental de hechos artísticos tiene hoy una fuerza que se alimenta no tanto ya -o no sólo- de la espectacularización del mundo sino de la manera en que las instituciones universitarias asumen el rol de “formadores de artistas”.

Es allí donde Raad encuentra sus intereses, y se vale de su propia experiencia como artista-contemporáneo-en-el-mundo-occidental para encauzarlos. Lo que se propone Walid Raad no es hacer una disertación sobre su obra artística, sino que la propia disertación se convierta en obra.

En este caso, en un aula de Bellas Artes de la Universidad Politécnica de Valencia y frente a una treintena de personas, comienza haciendo, con agudeza e ironía, un análisis detallado de la manera en que suelen darse las charlas de artistas, de los protocolos que siguen y de los efectos que obtienen.

¿De dónde surge el formato de las ponencias de artistas? Aquí van algunos de los datos ofrecidos por Raad:

- En Estados Unidos se gradúan en Bellas Artes 11.000 personas por año.

- Los artistas ya no se forman en las tradicionales escuelas de arte, sino en la universidad.

- Esto aumenta su popularidad, pero sigue convalesciente la manera de formar artistas.

- Cada vez se lee más teoría crítica en las carreras de Bellas Artes.

- Hay una división entre los alumnos que se supone que “leen” y los que “hacen”, y esta misma división se aplica también entre docentes.

Raad está fascinado por estos modelos y encuentra en ellos una interesante abstracción que se repite de forma caricaturesca en casi todas las universidades del mundo. ¿De dónde surge este formato en el que el estudiante combina la creciente lectura de teoría con el hacer obra? Su respuesta está ubicada temporal y geográficamente: “en el momento en que, en Estados Unidos, unos artistas deciden no hacer objetos vendibles.”

El incremento de las residencias, becas, subvenciones y apoyos para el desarrollo de proyectos de artistas es la manera en que se sostienen aquellos “cerebros anticapitalistas” [sic], que ya no venden objetos, sino su propia presencia. Según Raad, estos artistas se venden a sí mismos, por lo tanto en ambos casos hay algo que se comercializa.

Cuando empezó a interesarse en la “performance” del disertante, él no era consciente de que, desde hace algunas décadas, performers y actores ya utilizaban este formato como obra de arte. Hay monologuistas, dice, que “llevan a niveles increíbles el control de sus movimientos, gestos y signos corporales en general: comenzar a sudar en el momento justo, tener tics nerviosos o cambiar el tono de voz de maneras efectivas, etc”. Él se sabe incapaz de conseguirlo, y se pregunta si es por eso,“o por alguna maña del gremio”, que un artista cobra groseramente menos que un actor al hacerlo. Sin embargo, muchos artistas se dedican casi con exclusividad a dar charlas. Raad explica que el tipo de economía, de estructura política y de sistema social en el que está participando como actual ciudadano de los Estados Unidos, le obliga a pensar y decidir cosas en relación a estas cuestiones de forma constante.

Recién a partir de este punto, dichas estas cosas y habiendo ubicado al espectador en esa visión performática que tiene toda presentación, incuida la suya, Walid Raad comienza a “hablar de su trabajo”. Recién aquí, después de haber usado la mitad de su tiempo de exposición en hablar precisamente de ella. Recién ahora, y casi corriendo, activa el proyector, pone una serie de imágenes y comienza un relato sobre su producción anterior, sus procesos creativos y sus experiencias de vida. Aquí, podríamos decir, empieza la “disertación de artista”. Pero ya es difícil para los asistentes entrar en el juego, olvidarse de aquel aparato discursivo que se activa con cualquier conferencia. Y ya la botella de agua y la copa, la mesa que lo separa del público, la persona que lo presenta y el modo en que acabará, la reacción de los asistentes y cada uno de los detalles que hacen de ésta una presentación normal -una presentación normada- se vuelven sospechosos. El hechizo se ha roto y la seducción se deposita ya no en el discurso sobre las obras, sino en cómo y por qué ese discurso obra en nosotros.
NOTAS

*1 Conferencia de Walid Raad organizada por la Universidad Politécnica de Valencia en colaboración con el Instituto Valenciano de Arte Moderno, en el Salón de Grado de Dibujo de la Faculltad de Bellas Artes, el 28 de abril de 2009.

*2 Walid Raad es artista y profesor asociado de Arte en la Cooper Union de Nueva York. Su trabajo hasta la fecha abarca instalaciones, performance, video y fotografía, y ensayos literarios. Creó The Atlas Group (http://theatlasgroup.org), un proyecto de 15 años entre 1989 y 2004 sobre la historia contemporánea del Líbano, con particular énfasis en las guerras libanesas de 1975 a 1991. Su trabajo ha sido exhibido en la Documenta 11 (Kassel, Alemania), La Bienal de Venecia (Venecia, Italia), el Hamburger Bahnhof (Berlín, Alemania), Homeworks (Beirut, Líbano) y numerosos otros museos y eventos de Europa, Medio Oriente y Norteamérica. Sus libros son: “The Truth Will Be Known When The Last Witness Is Dead”, “My Neck Is Thinner Than A Hair”, “Scratching On Things I Could Disavow” Y “Let’s Be Honest, The Weather Helped”. Walid Raad es también miembro de la “Arab Image Foundation” (Beirut/Nueva York – http://www.fai.org.lb)

24 febrero 2009

Febrero afiebrado. Filosofía en castellano y una de piratas.






Las TAZ (zonas temporalmente autónomas) de las que hablaba Hakim Bey en su ya clásico ensayo de piratas no dejan de recordarnos su condición. Este mes se han dado de manera sincronizada dos hechos impactantes: uno es el juicio por la acusación de varias megaproductoras a los fundadores de The Pirate Bay por "asistir la distribución de material con derechos de autor" que se está llevando a cabo en Estocolmo; el otro es el cierre, por causas judiciales también, de los sitios Derrida en Castellano y Heidegger en castellano.

Esos sitios, junto con Nietzsche en castellano (la vieja y querida nietzscheana.com.ar) fueron montados, sostenidos y actualizados durante casi diez años por Horacio Potel, la persona que hoy se enfrenta a la acción judicial iniciada por la CÁMARA ARGENTINA DEL LIBRO.

Horacio Potel, dolido por la pérdida de tantos años de trabajo en la difusión de filosofía en la red en forma gratuita y libre, recuerda esta frase de Derrida: «La bibliocultura seguirá haciendo la competencia, todavía durante un cierto tiempo, a muchas otras formas de publicación que se sustraen a las formas heredadas de la autorización, de la autentificación, del control, de la habilitación, de la selección, de la sanción, incluso de mil otras formas de censura».

Acabo de venir de tribunales, donde me notificaron que las páginas http://www.jacquesderrida.com.ar/ y http://www.heideggeriana.com.ar/ han sido llevadas ante la Ley por "reproducir material sin autorización" al parece Nietzscheana se salvó cuando la policía se enteró -gracias a la misma- que Nietzsche murió hace muchos años. No voy a tener muchos más datos hasta el martes próximo, cuando me permitirán fotocopiar la causa -espero que esta vez con autorización del "autor"- hasta tanto: ¿que les parece que se puede hacer?

¡Por suerte Nietzsche se murió hacen más de cien años! Suena a chiste negro pero, si no me equivoco, la ley de derechos de autor dice que pasados cien años los productos culturales se hacen patrimonio de la humanidad (o cosa similar) liberando su uso.


Los chicos de The Pirate Bay van bien encaminados, ya que redujeron a la mitad las acusaciones, sosteniendo argumentos más que válidos, pero, en los mismísimos días en que esto ocurre, desaparecen esos fantásticos archivos que nos ofrecían textos en castellano de (y sobre) estos grandes pensadores.

Sin duda ambos hechos son históricos para el desarrollo de nuevas formas de contemplar la distribución del conocimiento. Pero que en el mismo acto se celebre un nacimiento y se lamente una desaparición es demasiado. Niezscheana.com.ar y heideggeriana.com.ar me ofrecieron allá por 2000, textos que aún hoy me aparecen en lo que pienso y escribo. ¡Si ese fondo oscuro con letras de colores me recuerda a cuando escribía la tesina!


21 febrero 2009

Los valores que exporta la CNN




"Los valores que importan". Aunque parezca una broma, es el título que le pusieron a esta patética nota hecha por CNN en español y publicada en el sitio web el 18 de febrero.
No hay que perderse ningún detalle: el relato, el acento germano del cronista (no comprendo por qué, si está filmado en Madrid), su forma de hablar como animador de programa infantil, la declaración de la "niña-modelo"...

Bueno, a tomarlo con humor, no vale deprimirse.

"Necesito vida propia". Comentarios sobre Facebook.

Nota escrita y publicada en Facebook en octubre de 2008, comentada por Inne, Lucas y Daniel.





... la 'necesidad de tener una vida propia' se ha convertido en el último sentimiento de humanidad compartido universalmente, el último argumento de reconocimiento y experiencia de comunidad. Y ese habrá de ser, entonces, el gran desafío que la proyección de un programa político habrá de afrontar en nuestros días: la capacidad de proporcionarle al ciudadano dispositivos agenciadores de efectos de subjetivación y socialización en un contexto postidentitario en el que las presuposiciones de unidad de destino y reconocimiento ya no se experimentan más como si vinieran dadas, como si resultaran de la pertenencia cerrada a una u otra pauta presuntamente articuladora de identidad predefinida (se llame ésta clase, etnia, nación, género, ...).
J. L. Brea, 2003.


Por el crecimiento exponencial de usuarios de Facebook, queda claro que viene a llenar un hueco profundo hoy, en esta generación de humanos. Y lo llena como una herramienta para escribir la propia biografía y compartirla "en tiempo real" con los interesados. Día a día, esa intromisión autorizada en el mundillo ajeno a través de pequeños datos (ficcionales o no, qué más da), de pequeñas pistas y relatos, no nos crea una ‘imagen’ del otro, muchas veces lejano y hasta desconocido. Más bien nos arma un relato, nos monta una película de edición constante (edición del autor, edición del programa mismo -que hace selección y filtrado de las cosas por ‘relevancia’-, y edición del público, ¿o debería decir consumidor?, que selecciona, conduce y monta su propia peli con el material del otro).

No es que la imagen fija pierda relevancia aquí (todos sabemos lo im-por-tan-te que es tener una/s foto/s que acompañe/n nuestro perfil, nuestra idea de nosotros mismos), sino que cambia su rol. Ya no es tanto un carnet de identidad. Es más un still de película que va sufriendo su morphing a medida que se rodea de relatos, de comentarios propios o ajenos, de nuevas imágenes, ajenas o propias. La manipulación previa de las fotos con programas de edición empieza a quedarse opaca con esta nueva tarea de “postproducción” (a la manera de Bourriaud y a la otra también) en la que participamos todos. Todos los que estemos en el selecto círculo de manipuladores autorizados de mi biografía-live, por supuesto.

Necesitamos escribir nuestra propia historia, siempre lo hemos hecho, pero ahora necesitamos además editarla-traducirla-corregirla-versionarla-ilustrarla-adornarla de maneras variadas y constantemente, porque nuestro contexto cambia a diario. Hasta gramaticalmente el relato es diferente: Ya no contamos lo que hicimos, contamos lo que “estamos haciendo” ahora. Y así es como, hoy, abundan los gerundios en la viña del Señor. A lo Hansel y Gretel, y en una especie de “biocronía” de edición colectiva, debemos tirar migas sobre lo que estamos haciendo, porque eso somos. O, mejor, eso “estamos siendo”.

La memoria selectiva se nos acorta de tal manera que ya es mucho menos importante saber (o recordar) dónde o cómo conocimos a alguien que saber cómo y haciendo qué lo vemos últimamente. Mi relato del otro se construye con gerundios. Ya no necesito saber de dónde venís ni adónde vas, sólo quiero seguirte un rato.

Está claro que Facebook, con sus 100 millones de usuarios y sus 150 millones de dólares en ingresos, está llenando un hueco.

Necesitamos tener una vida propia. Y necesitamos compartirla.
¿Qué es una vida propia sin una vida ajena cerca?

Saludos

Guada




Lucas ha escrito:
a las 15:10
Es un tema que da para largo, pero tal vez tu pregunta del final sea la respuesta. Por suerte últimamente está pasando de moda (o será mi visión distorsionada?) hablar de que las nuevas tecnologías aislan a las personas; y una manera, aunque simplificada, de conceptualizar el fenómeno de facebook es verlo como el reflejo ampliado y extendido de las relaciones interpersonales que se dan entre personas desde el principio de los tiempos.

Es interesante el asunto de la forma presente indicativo en lugar del pretérito indicativo, en algún punto perjudica la interacción, porque prioriza automáticamente los eventos cercanos, cuando por lo que escribís creo que coincidimos en que no siempre es o debería ser lo más presente en la cabeza de alguien. Tal vez sea tan simple como agregar una funcionalidad de sticky como en los foros.



Inne ha escrito:
a las 15:22
solo quiero consumirte un rato.
el rato que quiero.

no sé

no me gusta la idea de sentirme una "expendedora de data" como me hicieron sertir hace poco,
me gusta saber de donde venis y adonde vamos: me parece que (inter)actuar necesita una narración, x lo tanto un desarrollo en el tiempo,
y que interactuar no es comentar "que bonita foto" o "groso" -x tal que x video- con la lógica fotolog no? si no compartir ideas y pensamientos...
(me gusta tenerte en mis amigos Guada y desayunar con estas ideas.
me gusta pensar con otros!)



Guadalupe ha escrito:
a las 16:20
Lucas: Creo que no es tu (nuestra) visión distorsionada. Me parece que sí que pasa de moda el hablar de tecno-aislamiento especialmente a partir de estas herramientas de gestión de redes sociales. Y puede trazarse un paralelo con la necesidad innata de los humanos de relacionarse, pero con un cambio radical en la construcción de las estructuras narrativas. Preguntonta: qué son los stickys? algo así como post-its? me quedé enganchada en eso...

Inne: Es verdad que suena bastante mal la palabra consumo cuando uno habla de relaciones, pero creo que en gran medida (salvo bellas pero contadas excepciones) este tipo de espacios se "usan" con esa actitud. Inevitable? Creo que la narración y el desarrollo en el tiempo que mencionás no han dejado de existir, simplemente laten con otro compás (que no suena para nada mal por momentos, no?)

Lucas e Inne: gracias por comentar. Quería compartirlo con ustedes porque siempre me gustó la manera reflexiva con la que se mueven por estas aguas. Disfruto siguiéndolos a ambos. Salud por eso!



Lucas ha escrito:
a las 16:28
El tema de los stickies es una funcionalidad que tienen muchos foros, donde también el tiempo corre verticalmente, cuando hay algún tipo de contenido que por su naturaleza debería ser más peranente de lo normal, los moderadores lo pueden hacer "sticky", lo que significa que siempre aparece arriba de todo en la lista de posts, hasta que se le saque ese estado, es parecido a lo que pasa con los status en el news feed de facebook, si te fijás siempre antes que nada aparecen 3 o 4 status, en un sentido los diseñadores de fb coninciden con vos.

Ya que estamos hablando de foros, otra característica relacionada es que normalmente el orden de los posts en las listas es de acuerdo al último comentario, es decir que si un tema está activo, automáticamente "flota" hacia la visibilidad. Eso tampoco pasa aca, el extremo absoludo de esa manera de navegar por internet es digg.com


Guadalupe ha escrito:
a las 16:42
Ah, entiendo. Está buena tu idea de meter stickys aquí, entonces.

Si entendí bien, la cosa sería que cada quien, como moderador de su propia historia, podría jerarquizar a gusto su información, y dar de baja cuando considere necesario lo que va quedando obsoleto. Es así?


Lucas ha escrito:
a las 16:49
Algo así, pero también hay buenos motivos para que no lo sea, justamente porque atenta contra la naturaleza y la forma de transcurrir de fb, imagino que eso también está decidido para que uno como usuario tenga que volver más seguido.

Como se podría uno revelar contra el paso del tiempo en Facebook?



Guadalupe ha escrito:
a las 17:03
Es verdad, justamente esta jerarquía cronológica que te impone el medio es la clave para que la narración se construya diferente.

Porque la jerarquización por relevancia de los datos que uno incluye tendería a una especie de estacamiento de la imagen, como una foto de identidad, volviendo a estructuras narrativas ya recontrausadas. En cambio esta constante y obligada reescritura de uno mismo (tipo palimpsesto) contribuye a una imagen mutante (y en eso el gerundio se lleva bastante mérito).

Inne ha escrito:
a las 17:52
je. uno no puede desconectarse un rato, pero que bien se vé esto. :)

Guada, sí, la palabra "consumo" en todo esto suena horrorosa pero ineludible

-además me contagiaste Bauman así que no puedo dejar de pensar el asunto desde esos paradigmas, desde que porcentaje de pose y vidriera hay -y yo la mas desbocada-

m, es verdad lo de la jerarquia cronológica aquí, pero supongo que eso es parte de la ficción de realidad , la inmediatez de saber "que estas haciendo ahora" (sea este dato relevante o no peor que esté en la vidriera)

De echo,es la logica temporal de los sitios dinámicos no? la actualización permante. Un tiempo que pasa y no pasa porque es constante presente.

No estoy molesta con estas nuevas formas, creo que hay "cierta" narración y desarrollo pero no se si dentro através o sobre (eso si, afuera seguro que no)

-me resulta extraño cuanto uso la palabra "creo" en estos temas-

que habrá que ver para donde van .
(Y por supuesto me fascina ver todos los tonos que va tomando el fenomeno, je :) )

Daniel ha escrito:
a las 22:28
Si el mail es una serie te TV, el FB es un reallity show. El guión se encubre con el eterno presente con el que se manifiesta ¿Han visto lo dificil que es encontrar info antigua en FB? El guión de las redes sociales está hecho a futuro. Han sabido historias de gente que se muere y sigue existiendo en Facebook? nadie anuncia su muerte. Aunque el libro y el escritor son malos... mejor dicho no me gustan literariamente hablando, es algo que ha tratado Michel Houellebecq en "La Possibilité d'une île" (La posibilidad de una isla, Alfaguara, Madrid, 2005)
Para no salirme de sus propuestas, podríamos decir que el FB es un consumo de gerundios. Y no creo que haya que temerle a la palabra "Consumo" ya que de hecho, consumamos actos y consumimos alimentos diariamente. El gasto, productivo e improductivo, nace de una valoración cualitativa y cuantitativa del consumo como forma de intercambio. Sin consumo no hay intercambio. No debemos caer en el moralismo de izquierdas respecto a las redes sociales, porque bien eso nos puede llevar a un facismo progresivo, como dice Sloterdijk, un éxito sin verdad... y la verdad es que consumimos.
saludos

Inne ha escrito:
a las 22:46
Stepen Bertman ha acuñado los terminos "cultura ahorista" y "cultura acelerada" para referirse al estilo de vida de nuestro tipo de sociedad.Terminos más que acertados y que resultan particularmente útiles cuando se trata de entender la naturaleza del moderno fenómeno líquido del consumismo.Podemos decir que el moderno consumismo líquido se caracteriza, ante todo y fundamentalmente, por una negociación del significado del tiempo, algo hasta ahora inédito"
Zygmunt Bauman, cap: "consumismo versus consumo", libro vida de consumo.

A veces me siento mániaca en el asunto "define definición", pero el consumo actual no es el consumo en los terminos "productor-consumidor" "natural". Analizarlo no son prejuicios de izquierda, (y ojo tmb con simplificarlo desde el prejuicio a los fundamentos de izquierda livianamente) sino mero analisis del fenómeno que por otro lado, exede FB aunque este sea el tema que nos convoca.
hay formas y formas de consumir
los tiempos cambian, y esta, es nueva- diferente, nadie dice mejor ni peor-


Lucas ha escrito:
a las 22:53
Coincido en que el consumo no representa un problema, sobre todo cuando se trata de información, donde el acto de consumirla no la hace más escasa ni cambia nada de su contenido.

La analogía con la tv me parece poco feliz, porque se trata de un medio de broadcast (un productor, muchos consumidores), que viene a ser lo opuesto a internet, y en particular a fb, al menos en potencia.

En particular la comparación con un reality show, que se ma pasado por la cabeza, y el tema de los roles de productor consumidor. La gran diferencia que observo es que partiendo de la aparente necesidad actual de algo que se podría llamar consumo customizado según lo que dice Inne, es que en este medio uno puede satisfacer su sed en fuentes mucho más pequeñas, que no es poco, porque en medio masivo esas fuentes no tienen lugar, es una simple cuestión de costos (no solo monetarios).

Por último me saco algo del pecho: la moral es irrelevante para cualquier análisis que involucre más de una persona.

07 febrero 2009

Lucas recuerda las tendencias masoquistas de la humanidad. 14:31

(esta vez, de nuevo, sobre masoquismo, espera y amor)


Lucas recuerda las tendencias masoquistas de la humanidad. 14:31
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Guadalupe Aguiar Masuelli comentó a las 14:49, el 06 de febrero

"En la transferencia, se espera siempre -en lo del médico, el profesor, el analista. Más aún: si espero frente a la ventanilla de un banco, en la partida de un avión, establezco enseguida un vínculo agresivo con el empleado, con la azafata, cuya indiferencia descubre e irrita mi sujeción; de modo que se puede decir que, en dondequiera que haya espera, hay transferencia: dependo de una presencia que se divide y pone tiempo a su darse; como si se tratase de hacer decaer mi deseo, de agotar mi necesidad. Hacer esperar: prerrogativa constante de todo poder, 'pasatiempo milenario de toda humanidad'."
R. B. p. 126.

Perdón, es que tengo el libro sobre el escritorio!
:)


Lucas Sallovitz comentó a las 15:32, el 06 de febrero
ok, la espera es más compleja que mero sometimiento, yo me refería solo al ejemplo del mandarín, si acepto que puede funcionar como comunicación, lo que no voy a creer nunca es que esperar es una virtud, la paciencia puede ser, pero no la predispocisión a esperar por contexto o por costumbre o por que si.

casi toda la gente que me cae bien detesta hacer cola, pero no se queda en eso, sino que activamente toma la determinación de no participar del proceso, por ejemplo, siguiendo de largo y retornando en otro momento.


Gustavo Muller comentó a las 15:45, el 06 de febrero
O buscando que hacer en esos tiempos aparentemente muertos. :-). leer algo, drogarce, llamar a la vieja haber como anda, terminar todos los juegos del celu,meditar sobre el universo, etc. Yo cuando espero en el doc asumo y ya voy mentalizado que tengo media horita para relajarme y meditar en el día. Para juntar energía para las actividades siguientes.

Guadalupe Aguiar Masuelli comentó a las 15:54, el 06 de febrero
Pero eso es simplemente posponer la espera.
Tengo un recuerdo grabado en la memoria de cuando mi hermanita (11 años menor que yo) era bebé y empezaba a cambiar su alimentación de la leche a la papilla, o sea, de mamar a comer con cuchara. En los lapsos de tiempo entre que la cuchara salía de su boca, se cargaba y volvía a entrar, lloraba como un marrano. Era muy gracioso ver cómo no era capaz de esperar, no podía entender ese "tiempo perdido" entre bocado y bocado. hasta que lo entendió, como todos.
Igual creo que la espera no deja de tener cierto encanto- Ciertas esperas, claro. Dejando de lado el objetivo de amansamiento y de marcada superioridad que suele tener el que hace esperar (que no es poco, ya sé), la espera puede convertirse en un momento creativamente (y personalísimamente, íntimamente) útil.
Volviendo al tema de la existencia de Dios fuera o dentro del inconsciente, este ejemplo que pone Zizek sobre el niño que se ve obligado por el padre a ir a ver a su abuela, y eso le da la libertad de revelarse posteriormente contra eso, creo que la espera, invirtiendo los roles del poder, puede convertirse en un arma del paciente, al punto de agarrar el banquito e irse en el último instante de su condición. Porque dejar de esperar es llegar al día 100 y conseguir su objeto anhelado. Agarrar el banquito e irse no es dejar de esperar, es irse a esperar otra cosa.

06 febrero 2009

"Y si no viene lo alucino: la espera es un delirio"


(Conversación por Facebook con Inne y Lucas sobre el amor, la espera y los masoquismos del ser humano).



Guadalupe "Y si no viene lo alucino: la espera es un delirio". 18:05

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Guadalupe Aguiar Masuelli comentó a las 18:09, el 05 de febrero
"Un mandarín estaba enamorado de una cortesana. 'Seré tuya, cuando hayas pasado cien noches esperándome sentado sobre un banco, en mi jardín, bajo mi ventana.' Pero, en la nonagesimonovena noche, el mandarín se levanta, toma su banco bajo el brazo y se va."

R. Barthes. "Fragmentos de un discurso amoroso", p. 126.

Guadalupe Aguiar Masuelli comentó a las 18:12, el 05 de febrero
Se me había olvidado lo bueno que es este libro. Ideal para mecharlo durante el día.

Inne Martino comentó a las 18:24, el 05 de febrero
hermoso libro!
-que habrá pensado el mandarín esas 99 noches, pienso-

Guadalupe Aguiar Masuelli comentó a las 18:36, el 05 de febrero
No quería perder su condición de enamorado.
"La identidad fatal del enamorado no es otra más que ésta: 'yo soy el que espera'." Qué fuerte esa sentencia, no?

Guadalupe Aguiar Masuelli comentó a las 18:38, el 05 de febrero
Y un poco antes, el mismo Barthes se hace una pregunta con respuesta universal:
"¿Estoy enamorado? -Sí, porque espero."

Inne Martino comentó a las 18:46, el 05 de febrero
puede ser adictivo. suele.

Guadalupe Aguiar Masuelli comentó a las 19:18, el 05 de febrero
Suele. Sí.

Inne Martino comentó a las 19:32, el 05 de febrero
jaja, mejor hablemos de fútbol, religión o politica!

Guadalupe Aguiar Masuelli comentó a las 19:40, el 05 de febrero
jajajaja tenés razón. Me voy al gimnasio y cuando vuelva me pienso un tema de conversación más "pasatista" (que, como vinen las cosascon la religión y la política creo que sólo nos va a quedar el futbol... jejeje)

Lucas Sallovitz comentó a las 1:23, el 06 de febrero
Ese es el problema que nadie entiende sobre el supuesto "amor", como puede existir tal cosa cuando los ejemplos más documentados de la historia de la humanidad se tratan de unilateralidades, sadismo, desencuentros y maldad en general.

La espera no es amor, la espera es sometimiento de voluntades en el mejor de los casos, y ausencia de tales en el peor. Es no hacerce cargo, como con todos los sentimientos que se hacen entre más de uno.

Lucas Sallovitz comentó a las 1:26, el 06 de febrero
El chino no pensaba nada, porque los chinos son gente piola, cuando la mina le dijo "esperame cien días" el tipo dijo, ahora vas a ver lo que es esperar... y la dejó pagando, para siempre, y hasta el día de hoy se conoce la leyenda del mandarín que dejó plantada a la china por histérica. Un ejemplo.

Inne Martino comentó a las 2:36, el 06 de febrero
el enamoramiento no es amor. es algo que puede serlo, pero depende.

Lucas Sallovitz comentó a las 2:39, el 06 de febrero
el problema de seguir la zanahoria no es que nunca se alcance, es que uno no controla hacia donde apunta la bara.

Inne Martino comentó a las 3:18, el 06 de febrero
y, uno nunca sabe porque se engancha a seguir determinado cebo, seguramente x rayes personales que no involucran a nadie más. A favor del gremio yo diría que, y considerando que los chinos son inteligentes, si la china hubiese estado interesada algo hubiese echo en el día 30 0 60 ponele. Un pañuelito o algo.
También la leyenda se conoce como el mandarín que se fué por miedo de que lo rechazaran, eh.
;)

Inne Martino comentó a las 3:34, el 06 de febrero
(y si el amor, como vos decís, es un bicho raro en nuestra especie, es comprensible la fascinación de la espera y el miedo o sabotaje de antemano al desencanto de algo inaprensible o transitorio en "terminos ideales" )
Guadalupe Aguiar Masuelli comentó a las 9:04, el 06 de febrero
uuuhhh uno se va a dormir y cuando vuelve se encuentra la tremenda conversación! Pucha, me la perdí....

Lucas Sallovitz comentó a las 13:15, el 06 de febrero
posibles motivaciones de la china:

1 Sacarse de encima al chino sin tener que decirle que no estaba interesada en el, lo cual me da la razón en un 100% con respecto a la maldad y sadismo involucrados en las relaciones paradójicamente llamadas amorosas.

2 Asegurarse de que el chino tenga una cualidad específica e indefinible que para el caso podemos llamar compromiso, que se demuestra esperando 100 días en un banco, no 1000, no 10, no 1, 100 días. En otras palabras, si la china estaba interesada en algo, no era en el chino, era en un ser imaginario que a la vez cumple las caraterísticas de ser la persona perfecta para compartir la vida con uno, y estar dispuesto a someterse a caprichos de inescrutable bajeza. En ese caso se trata de otras de las características que indiqué antes, unilateralidad y desencuentro, ya que el chino estaba enamorado de alguien que no existía (una buena persona), y la china a su vez de un ser imaginario.

Que sabio el mandarín al dejarla pagando.

Guadalupe Aguiar Masuelli comentó a las 13:39, el 06 de febrero
Creo que definitivamente es la 2.
Aunque yo no hablaría tan crudamente de bajeza sino, más poéticamente, de sacrificio. Ambos estaban enamorados de alguien que no existía, de un ser imaginario. Ambos estaban enamorados de la espera, o sea, de una ilusión.

Inne Martino comentó a las 13:46, el 06 de febrero
acuerdo con Guada.

Lucas Sallovitz comentó a las 14:14, el 06 de febrero
entonces estamos de acuerdo en que el enamoramiento es unilateral, a menos que queramos personificar a las ilusiones, y que por lo tanto dista mucho de lo que se lo hace parecer cuando se lo adorna usando palabras poéticas.

termino mi participación antes de que se convierta en insultos y desprecios hacia la gente que ve el romanticismo como la mayor de las virtudes.

Guadalupe Aguiar Masuelli comentó a las 14:32, el 06 de febrero
Bueno, sí, creo que el enamoramiento es eso (y otro montón de cosas más...)
No me acuerdo si era Barthes o quién el que decía algo así como: me enamoro, no de cómo te veo, sino de cómo me veo a través de vos.

Guadalupe Aguiar Masuelli comentó a las 14:32, el 06 de febrero
Lo que lo haría, más que unilateral, ombliguista.


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17 enero 2009

Del Renga al videoblog (segunda versión)

Publicado en Arte y Crítica

Ensayos
escrito por Guadalupe Aguiar Masuelli
22 de diciembre de 2008

El usuario como productor y la experiencia colaborativa.

Este texto está escrito a partir de la observación de algunas experiencias de producción audiovisual en la red, con características de trabajo colectivo, co-autoral u otros modos de participación colaborativa. El ejemplo del Renga (poesía ligada de origen japonés) se utiliza como un antecedente histórico en el que se encuentran aplicados recursos de creación grupal, a modo de diálogo poético. La propuesta benjaminiana del autor como productor, el trabajador inmaterial y el migrante como sujetos históricos, los “objetos epistémicos” de Knorr Cetina, la táctica según de Certeau, y la incidencia de la idea de “postproducción”, son algunos de los temas y las líneas teóricas que cruzan el texto.

Para acceder al texto completo desde Arte y Crítica y descargar el PDF, click aquí.

15 enero 2009

La cifra y una defensa del cero a la izquierda (volviendo a publicar en el blog)

La cifra no es un número sino el signo de un número. En realidad, la cifra es el vacío. Etimológicamente, la palabra “cifra” proviene del árabe صفر, sifr, ‘vacío’, y se utilizaba para designar al cero. Posteriormente comenzó a utilizarse para el resto de los numerales. Por lo tanto la cifra, desde su raíz, esconde un secreto, un cero. La cifra, entonces, se ‘sujeta’ al número, forzándolo a contener un vacío. Y es así que podemos entender que el número, al decir de Mil Mesetas, deje de ser numerado para convertirse en numerante, es decir, deje de ser un hecho para convertirse en una posibilidad.

Es así como la cifra hace imposible el “ser-sincero”. El cero, el vacío, el secreto, nos hace sujetos, nos hace, potencialmente y eternamente, (in)descifrables.

La cifra

La noche nos impone su tarea
mágica. Destejer el universo,
las ramificaciones infinitas
de efectos y de causas, que se pierden
en ese vértigo sin fondo, el tiempo.
La noche quiere que esta noche olvides
tu nombre, tus mayores y tu sangre,
cada palabra humana y cada lágrima,
lo que pudo enseñarte la vigilia,
el ilusorio punto de los geómetras,
la línea, el plano, el cubo, la pirámide,
el cilindro, la esfera, el mar, las olas,
tu mejilla en la almohada, la frescura
de la sábana nueva, los jardines,
los imperios, los Césares y Shakespeare
y lo que es más difícil, lo que amas.
Curiosamente, una pastilla puede
borrar el cosmos y erigir el caos.
J.L. Borges


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(Apéndice. Una defensa del cero a la izquierda)



Sistema de numeración maya




Ser un cero a la izquierda, en la sabiduría popular, “significa-ser-insignificante”, no ser nadie, no valer nada. Sin embargo, es el cero a la izquierda, o la cantidad de ellos, lo que determina el número máximo de actores en un conjunto: por ejemplo, si yo digo “agente 007” estoy dando por sentado que el número máximo posible de agentes en este conjunto es 999, en cambio si digo “agente 7” podría ser éste el último agente del grupo, o ser el séptimo de 10. Por lo tanto, esos dos ceros a la izquierda son la nada (no dejan de serlo) pero también son el todo. Son los que dibujan la totalidad, dando un marco continente a un cosmos, pero sin sellarlo, sin dejar de contener un vacío (la cifra no dicha) que hace de este cosmos un misterio, una latencia.

Ese cero es el nombre que designa a los otros, es la cifra, el vacío contenedor. Un cero a la izquierda es el nombre de diez, contiene en sí mismo, potencialmente, a diez unidades más. Pero diez unidades que tienen como último al 09, ya que el cero inicial, el nombrador, es contado como un jugador más. Es entonces posible decir que el cero a la izquierda tiene aún más potencia que un cero a la derecha: 01 implica más que 10, porque 01 contiene potencialmente a los números subsiguientes hasta el 09.

(Es como decir: “Ojo, que puede que no venga solo”).

03 junio 2008

"Mientras dure la satisfacción". Identidad y comunidad líquidas.


“...la gente inmersa en batallas de identidad teme más a la victoria definitiva que a una sucesión de derrotas."
Zygmunt Bauman.


Estoy leyendo "Comunidad. En busca de seguridad en un mundo hostil", de Zygmunt Bauman. Es lo primero que leo de él, a pesar de encontrarme en los últimos tiempos con una seguidilla impresionante de citas a sus obras, (especialmenta a los libros: Vida líquida, Tiempo líquido, y Amor líquido). Voy entrando de a poco en su teoría de la "fluidez" contemporánea, y me tiene enganchada.
En estos párrafos que transcrbí deja ver el poder que cobra la estética por sobre el de la ética en la construcción contemporánea de la identidad, y su ligazón con el consumo y lo efímero ("El gusto personal se eleva a un ethos total; eres lo que te gusta y lo que, por tanto, compras", Pountain y Robins). La idea de "comunidad" (ese ideal inalcansable pero irrenunciable a la vez) pasa a ser un paradójico manto de aprobación a la elección individual, que cobija mientras sea necesario, y nos deja libres cuando pase el entusiasmo.

Tres párrafos del libro (las negritas son mías):



“...la gente inmersa en batallas de identidad teme más a la victoria definitiva que a una sucesión de derrotas. La construcción de la identidad es un proceso inacabable y siempre incompleto y debe seguir siéndolo para cumplir con su promesa (o, más exactamente, para mantener la credibilidad de su promesa de cumplimiento). En la política de la vida que envuelve la lucha por la identidad, lo que está en juego es ante todo la autocreación y la autoafirmación, y la libertad de elegir es, simultáneamente, el arma principal y el premio más codiciado. La victoria definitiva liquidaría de un sólo golpe lo que está e juego, decomisaría las armas y anularía el premio. Para evitar esa eventualidad, la identidad debe permanecer flexible y siempre susceptible de ulterior experimentación y cambio; debe ser, verdaderamente, un tipo de identidad “hasta nuevo aviso”. La facilidad para deshacerse de una identidad en el instante en que deja de satisfacer o es privada de su atractivo por la competencia de otras identidades en oferta, distintas y más seductoras, es mucho más vital que el “realismo” de la identidad que se está buscando o de la que uno se ha apropiado y disfruta momentáneamente.

“Los mismos rasgos debe poseer la “comunidad”, cuyos usos principales son confirmar, en virtud del impresionante poder del número, lo adecuado de la elección actual, y prestar parte de su gravedad a la identidad a la que confiere el sello de “aprobación social”. Debe ser tan fácil de desmontar como fácil ha sido de componer. Debe ser y permanecer flexible, sin ser nunca nada más que “hasta nuevo aviso” y “mientras dure la satisfacción”. Su creación y desmantelamiento deben ser determinados por las elecciones que toman quienes la componen: por sus decisiones de prestarle o retirarle su fidelidad. En ningún caso debe ser irrevocable la fidelidad una vez declarada: el lazo que crean las elecciones no debe perturbar, y no digamos excluir, diferentes elecciones posteriores. El lazo que se busca no debe ser vinculante para quienes lo encuentran. Para utilizar las famosas metáforas de Weber, lo que se busca es una capa ligera, no una jaula de hierro.

“Estos requisitos son los que cumple la comunidad de la Crítica del juicio: la comunidad estética de Kant. La identidad parece compartir un estatuto existencial con la belleza: al igual que la belleza, no tiene más fundamento que el de un acuerdo ampliamente compartido, explícito o tácito, expresado en una aprobación consensual del juicio o en un comportamiento uniforme. Al igual que la belleza se reduce a la experiencia artística, la comunidad en cuestión se produce y consume en el “círculo cálido” de la experiencia. Su “objetividad” se teje enteramente y a partir de los frágiles hilos de los juicios subjetivos, aunque el hecho de que sean tejidos conjuntamente da a esos juicios un barniz de objetividad."

Bauman, Zygmunt, Comunidad. En busca de seguridad en un mundo hostil, Siglo XXI, Madrid, 2003. Pág 78, 79.


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27 abril 2008

Ser la memoria.

Hojas de ginkgo biloba en el Jardín Botánico de Valencia, hoy a la tarde.



Te gusta quedarte en la estación desierta
cuando no puedes abolir la memoria,
como las nubes de vapor
los contornos de las locomotoras,
y te gusta ver pasar el viento
que silba como un vagabundo
aburrido de caminar sobre los rieles.

Jorge Teillier.
Poema “Andenes” (fragmento), en El árbol de la memoria, 1961.


Ser la memoria.
Escrito hoy en el tren, desde y hacia Valencia.


1.En Mendoza.


Creo que la primera vez que vi un ginkgo (o, mejor, la primera vez que se presentó como tal ante mí) fue en la cuidad de Mendoza, en una placita de barrio, cerca de donde vivía mi padrino, en ese entonces. Debe haber sido por el año 1994.


Mi primer novio tuvo siempre una gran pasión por los árboles, y de él aprendí a prestarles atención, y a sentir atracción por ellos. Recuerdo que ese día me contó sobre el ginkgo biloba. Como él hacía bonsai, le había dado una tremenda emoción verlos (habían tres, creo) no sólo por ser bastante inusual encontrarlos, sino porque además uno de ellos tenía semillas. Si no me equivoco, logró que algunas germinaran.


2. En San Juan.

El único ginkgo que he visto en San Juan está en la vereda de la avenida Libertador, justo enfrente del museo Tornambé. No es muy frondoso, parece bastante joven. Cada vez que llegaba al trabajo lo miraba, siguiendo sus cambios según las estaciones.


3. En Valparaíso.

En la plaza Victoria, en el centro de Valparaíso, hay uno hermoso. Grande, muy alto y con mucho follaje, ocupa una parte importante del terreno. En esa plaza hay una pérgola, mesitas de ajedrez con viejos jugando eternos partidos, mucho turista y mucho trabajador tomándose un descanso. Recuerdo que tomé algunas hojas, con ayuda, porque mi altura no daba para llegar siquiera a las más bajas. Creo que fue en el 2000, o en el 2001.


4. En Nueva York.

La 5ª Avenida, en Manhattan, tiene algunos ginkgos. Pero hay una calle, quizás en Greenwich Village (no puedo recordar el nombre, pero estaba luminosa, soleada, ese día de verano) que está toda llena de ginkgo biloba. De poco follaje y troncos delgados y altos, no dan mucha sombra a la calle por su juventud, pero me pareció que le ponían un clima extraño, ajeno y contrastado junto al paisaje neoyorkino. Quizás sea la “orientalidad” de su figura; o la silenciosa eternidad que pesa sobre su especie. No sé. Fue a mediados del 2002.



5. En Buenos Aires.

Lo encontré en un barrio de clase media-alta, en Villa Pueyrredón, muy cerca de la casa de mi tío Hugo. Era pequeño, y estaba junto a unos árboles de flores anaranjadas en pleno desborde de primavera. Corté hojitas, para mi reciente (y luego frustrada) colección. Eso fue a fines del 2002.



6. El proyecto de recolección a distancia.


En 2003, cuando ya había juntado hojas de ginkgo de varios lugares, pensé que podía ampliar un poco la colección pidiéndole a los amigos que tengo lejos (y con los que estábamos empezando a trabajar a distancia) que busquen un ejemplar en su zona y me envíen algunas hojas por correo. Nunca llegué a proponerlo, pero no he dejado de pensarlo.



7. En Valencia.

El primero que vi en Valencia está en los Jardines de Ayora, a una parada de metro de mi anterior casa. Me llevé algunas hojas. Ya en la segunda etapa de mi estancia en esta ciudad, las rescaté de entre las páginas de un libro donde las había puesto a secar, y las puse en la pared de mi cuarto, clavadas como mariposas en un insectario. Ya se están decolorando.

Hoy, 27 de abril de 2008, conocí el ejemplar de ginkgo biloba que tiene el Jardín Botánico de Valencia. Es especialmente bello. Muy alto, de tronco fuerte y mucha fronda. Filtra la luz del sol a través de sus hojas primaverales, de un verde tierno, que superpuestas generan unas transparencias muy sutiles.

No dejo de ver, en su estructura y en los matices de su follaje, rasgos de algunas pinturas japonesas. Es bello ver cómo la vegetación ha influido en las grafías y los estilos pictóricos de ciertas culturas.


8. Mi pequeña y caótica colección.


Siempre me ha gustado mirar sus hojas: la forma en la que se desarrollan las nervaduras, tipo abanico, sin nervio central; las diferencias de tamaño y proporciones entre hoja y hoja, unas “acorazonadas”, bilobulares, otras lisas, más anchas o más angostas.

Para mi primera casa (en San Juan, en el 2002) armé unos cuadritos pequeños. Eran tres, con una hoja en cada uno. Me acompañaron en mi segunda casa y ahora estarán en alguna caja, perdiendo paulatinamente el verde (las hojas se van “amarronando” con la luz y con el tiempo). Algún día quizás vuelvan a mi pared.


9. “In memoriam...”. Un fósil viviente.


Muchas veces he lamentado no haber sido constante con mi recolección de hojas de ginkgo. El pensar en la antigüedad de esa especie me hace verlo como un punto clave en el movimiento del mundo. Como si fuesen marcas, hitos, en un recorrido heterogéneo, paisajística y culturalmente.

Una vez, hace poco más de diez años, un amigo músico me dijo algo sobre los árboles, que cambió mi percepción de su presencia entre la gente. “Los árboles son como explosiones”, me dijo, “pero con una temporalidad diferente”. Puro movimiento expansivo, pero con un tempo distinto, con una frecuencia que nuestro “reloj biológico” no nos permite apreciar.

Son testigos intemporales, si pensamos el tiempo como la experiencia vital de los humanos. Y esta especie en particular, fósil vivo, único superviviente de una especie de nada menos que 270 millones de años, cuyos ejemplares son capaces de vivir hasta 2.500 años (cuánta historia puede haber vivido), y que fue lo único que quedó con vida en el epicentro de la bomba de Hiroshima, remarca esta impresión de estar frente a un testigo de la Tierra.


Sé que en medicina se utiliza por sus propiedades para estimular la irrigación sanguínea, mejorando, entre otras cosas, el funcionamiento del cerebro. Y está empezando a aplicarse como coadyuvante para el mal de Alzheimer y la demencia senil, por sus condiciones para combatir la falta de memoria.

(Quizás, este árbol “es” la memoria).



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27 febrero 2008

El gesto efectivo y el gesto efectuado.



- Es como si los pájaros fueran parte de los árboles,
y se desprendieran para luego volver a unirse a ellos.




¿Son los pájaros parte de los árboles? ¿O al revés?
¿Es posible pensar esos seres como parte de una misma entidad?

Quizás el árbol, a la manera del manipulador de la marioneta en el Bunraku japonés, lleva a cabo un acto transitivo, un "gesto efectivo": el de sostén y abrigo, el del sosiego, del descanso. Y los pájaros -la marioneta- son el gesto emotivo, el "gesto efectuado".

Y tal vez sea el aire, el viento, el paralelo de las voces del Bunraku: el gesto vocal. Dice Barthes que en el Bunraku "la voz tan sólo se mueve a través de algunos signos discontinuos de tempestad (...) Sin ser eliminada (...) la voz es no obstante echada a un lado (escénicamente, los recitadores ocupan un estrado lateral)."





"El Bunraku le da un contrapeso o, mejor, una contraseña: la del gesto. El gesto es doble: gesto emotivo en el nivel de la marioneta [aquí los pájaros], acto transitivo en el nivel de los manipuladores [el árbol aquí]... la voz [nuestro viento] es doblada por un vasto volumen de silencio, donde se inscriben con tanta más fineza otros rasgos, otras escrituras".


Hace días encontramos estos pájaros con sus árboles y su aire.
Este aire, con pájaros y árboles.
Estos árboles, con su aire y sus pájaros.
Hoy por la tarde conocí el Bunraku.
Y hace un rato, Juan me dijo sobre esta foto: - Es como si los pájaros fueran parte de los árboles, y se desprendieran para luego volver a unirse a ellos.

"Como en el teatro moderno (sigue Barthes) el trenzado de códigos, de referencias, de constataciones desligadas, de gestos antológicos, multiplica la línea escrita, no en virtud de alguna llamada metafísica, sino por el juego de una combinatoria que se abre en el espacio entero del teatro: lo que comienza uno, lo continúa el otro, sin descanso".


19 febrero 2008

Fidel Castro de aleja del poder



Me llena de contradicciones, pero tengo que admitirlo: No deja de provocarme cierta melancolía.

No puedo ocultar que (a pesar de los errores y las malas decisiones, o quizá más bien justamente por ellos) esta noticia revive en mí una especie de vieja nostalgia de utopía irrealizada, una absurda tristeza melancólica por esa "dicha no vivida" que ha significado y significa para muchos el proyecto de la Cuba socialista desde hace casi cinco décadas.

Y al mismo tiempo, no deja de inquietarme cuál será el rumbo que tome ese país, qué incidencia tendrá la población en las decisiones, y qué dirección política prevalecerá. Habrá que tener paciencia, y prestar atención.

Mirando en la Wikipedia (me gusta ver el reflejo de las cosas ahí, en esta prolífica enciclopedia, apócrifa para los cánones modernos, polífona, mutante, tendenciosa, especie de conciencia colectiva que sirve para mirarnos con más atención, leer lo que decimos de nosotros, y analizar ese discurso como parte de la "ficción general" que es el mundo para los "mundanos"), decía, mirando en la Wikipedia lo que aparecía sobre Castro, en un primer momento me sorprendí de encontrarla ya actualizada con la noticia (de hoy mismo) de su alejamiento de la presidencia; luego, obviamente no me sorprendí al encontrar en el encabezado la siguiente nota: "Existen desacuerdos sobre la neutralidad en el punto de vista de la versión actual de este artículo. En la página de discusión puedes consultar el debate al respecto."

Más adelante encontré ahí mismo esta jugosa lista de argumentos de castristas y anticastristas (realizada por vaya uno a saber qué wikipedista) que copio aquí, y cuyos comentarios me reservo e invito a realizar:

Castro según sus partidarios

Fidel Castro es una figura singular, que provoca tanto poderosas adhesiones como un violento rechazo.
Los seguidores de Castro elogian su programa de desarrollo y de eliminación de la desigualdad social —que según ellos ha elevado los índices de salud, deporte, arte y educación de la isla—, así como su oposición frontal al modelo de política internacional que lidera EE. UU.
En su país, Castro ha dirigido importantes reformas:

  • económicas, como
    • la nacionalización de las grandes empresas,
    • la centralización de la economía,
    • la reforma agraria,
    • la colectivización y mecanización de la agricultura.
  • urbanas (permitiendo el acceso a la vivienda a grandes capas de la población por un tiempo, aunque en la actualidad existe una escasez de viviendas),
  • sanitarias (las cuales han sido el objeto de una polémica puesto que algunas fuentes —OPS (Organización Panamericana de la Salud) entre ellas— han informado un deterioro alarmante en el sistema de agua y alcantarillado de la isla) y
    • el sistema de salud en Cuba se ha convertido en uno de los mejores de América. La tasa de mortalidad infantil en Cuba (de 5,6 por cada mil niños nacidos) es la más baja de América.
  • educacionales (destacando la campaña de alfabetización que redujo el analfabetismo de un 20% en 1957 al casi 0% que informa el gobierno en la actualidad).
    • Cuba ha exportado su sistema de alfabetización a países como Argentina.

Castro según sus detractores

Sus opositores critican el sistema de partido único, propio del comunismo al estilo soviéticodéspota y dictador, ya que sostienen que Castro: calificando a Castro como un

  • habría cometido numerosas violaciones a los derechos humanos.
  • no habría cumplido las promesas que hizo antes de llegar al poder.
  • en la Constitución de 1940 (votada por todo el pueblo cubano) no se había establecido el sistema socialista que estableció Castro en la isla.
  • habría mantenido a Cuba en el Tercer mundo. (Ya que desde el golpe de estado de Batista [1952], Cuba era conocida como «el prostíbulo de EE. UU.»).
    • Según otros, antes de la revolución (1959), Cuba estaba en el Primer mundo, y Castro la habría arrastrado hasta el Tercero.
  • habría tolerado la corrupción de los burócratas del estado.
  • habría administrado mal la economía de Cuba.

Así pues, según los opositores de Castro, las supuestas conquistas de la revolución son una ficción.

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Ficción de ficciones, no deja de provocarme cierta melancolía.




[Para ver el artículo completo de la versión en castellano de la Wikipedia, click aquí. La versión en inglés difiere de ésta, y no contiene la sección arriba citada sobre partidarios y detractores, lo que quizás la hace aún menos "neutral", pero por mi pereza de leer en inglés le dejo a otro la tarea de pensarlo. Para ver la versión en inglés, click aquí).]